viernes, 24 de junio de 2011

XXII -73!

Cuenta la leyenda que hace mucho, a fines del siglo XIX, En Estados Unidos hubo un operador de telégrafos del ferrocarril que seguía trabajando el día en que cumplía 73 años. Los demás operadores de la red, quienes lo respetaban muchísimo, querían saludarlo, pero eso en la práctica no era posible, porque eran tantos que hubiera llevado mucho tiempo hacerlo y eso hubiera entorpecido mucho el tráfico telegráfico. Solucionaron el problema transmitiendo solo el número 73. El saludo y el respeto quedaba implícito. Desde aquel día, el “73” se fue imponiendo entre todos los telegrafistas del mundo como saludo respetuoso, no solo en los ferrocarriles, sino en todos los servicios. No sé si la historia será cierta, pero el hecho es que hasta el día de hoy se sigue utilizando, especialmente entre los radioaficionados que parecen ser los últimos en negarse a abandonar completamente este tradicional sistema de comunicarse.


Mi viejo empezó a trabajar en el Ferrocarril Urquiza de joven. Sin instrucción formal, sin haber hecho más que la escuela primaria, empezó como peon, tendiendo los cables del telégrafo. Perfecto autodidacta, les juro que se compró un libro para aprender a nadar, lo leyó, se tiró al agua y salió nadando… Llegó a jubilarse siendo el jefe del departamento comunicaciones del ferrocarril, con un ejército de ingenieros bajo su mando. Como radioaficionado, construía sus propios equipos, sabía más que nadie sobre televisión allá por los años 60, cuando recién estaba en sus inicios…. En fin, él me enseño mucho de lo que llegué a saber, pero fundamentalmente fue el mejor amigo que tuve. Todavía recuerdo nuestras excursiones de pesca, que comenzaban mucho antes de salir de casa, cuando preparábamos el equipo con una gran dedicación. Dueño de un sentido del humor exquisito, que afloraba especialmente en los momentos más críticos, estoy seguro de que les habría agradado.

Siempre me alentó en todo, incluso me acompañaba cuando en realidad no estaba de acuerdo. Por ejemplo, cuando a los 22 años le dije que quería irme a vivir solo, al ver que era una decisión firme la mía, me acompañó a ver departamentos para alquilar y me aconsejaba sobre cuál era a su entender la mejor opción. Su idea de “educación” era muy simple: honradez, trabajo, respeto a los demás… defensor extremo del derecho de los demás a vivir diferente y pensar diferente, sin importar cuánto de diferente fuera de sus ideas.

Hasta el fin estuvo dispuesto a absorber cosas nuevas. Compró su primera PC a los 80 años, y luego de desarmarla completamente para entender como funcionaba, se dedicó a inventar cositas controladas por la PC, de las cuales no funcionó bien ninguna, pero eso no es importante. Enamorado de internet, nunca olvidó su primer amor: la radiotelegrafía. Alguien me dijo cuando falleció en el año 2000, que seguramente estaba armando gran alboroto en el cielo intentando hacer innovaciones en el sistema celestial.

Mi viejo… cómo saludarlo en este Día del Padre, como expresarle todo mi cariño y mi respeto de una manera que él la entienda? Ah… ya sé….

73, papá