sábado, 5 de octubre de 2013

XLI - Dasha: Azote de la Naturaleza

Desde el comienzo, nuestro planeta ha conocido toda clase de calamidades naturales. Volcanes, inundaciones, terremotos, tsunamis, tornados, huracanes, tifones, caída de meteoritos de todos los tamaños, incendios forestales, sequías, etcétera.

El mundo fue testigo el pasado 30 de marzo de un nuevo cataclismo. Recibió el nombre "Dasha" y ha dejado una estela de destrucción a su paso. A fines de mayo llegó al área donde se encuentra mi casa y ha sido declarada zona de desastre. Actualmente seguimos soportando sus efectos. Se presentó en la forma de una deliciosa cachorra mestiza y nada hacía suponer lo que vendría luego.

Dos billeteras destruidas y una tercera dañada con sus respectivos contenidos de documentos, tarjetas de crédito y dinero en efectivo; un par de auriculares, un libro y varias revistas reducidos a papel picado, varios paquetes de cigarrillos, un par de lentes de mi señora, dos o tres cajas de medicamentos, algunos DVD's, mis tres arbolitos bonsai favoritos, algunos adornos de la casa, un teléfono celular, calzados y ropas varias y alguna otra cosa que en este momento escapa a mi memoria, son parte de la lista de daños irreversibles provocados por este desastre natural viviente; sin mencionar los padecimientos sufridos por el pobre Ramsés, el gato de la casa (aunque, en honor a la verdad, debo reconocer que él muchas veces la provoca), ni el esfuerzo titánico que debe realizar Lucrecia, mi otra perra, para mantener su famosa calma...  

Dicho esto, debo reconocer que es toda dulzura. Cariñosa al extremo, la mejor compañía que alguien pudiera desear. En un momento en que hace tanta falta, llena la casa de alegría y risas con sus locuras y por ello todos le estamos agradecidos.

El gobierno local (es decir: mi señora) afirma que, con el correr del tiempo, este huracán de cuatro patas irá convirtiéndose en una suave brisa... ojala tenga razón... 

Dasha: "Yo no fui!"
Dasha y Lucrecia, en un raro momento de paz
Dasha y Ramsés resolviendo conflictos pendientes