lunes, 2 de diciembre de 2013

XLII - Palabras más, palabras menos

Le diste de comer al gato?

Esta simple y precisa cuestión puede ser respondida de dos maneras diferentes. Si he de responderla yo contestaré "" o "no" según corresponda y, si es posible, me ahorraré el esfuerzo asintiendo o negando con un movimiento de cabeza. Listo. Terminada la cuestión. Si la misma pregunta ha de ser contestada por mi señora, comenzará por hablar de que el animalito está excedido de peso, dará una pequeña conferencia sobre sus necesidades alimentarias y del costo de mantener al inocente felino, y ya que estamos hablando de costos, seguirá un discurso muy apropiado sobre la situación económica, lo que desembocará en la situación política actual, que -por supuesto- incluirá un extenso análisis sobre las últimas elecciones, la situación internacional y, obviamente, deberá detenerse un buen rato en la actividad parlamentaria. Al fin de cuentas, por culpa de esta gente estamos como estamos, trabajando como esclavos para poder llegar apenas a sobrevivir... solo falta que nos manden a construir pirámides como en el antiguo Egipto donde adoraban a los gatos...

En este punto es donde el minino me señala la despensa y junta sus patitas delanteras en señal de súplica y yo le preparo algo de comer mientras escucho un murmullo de fondo que me parece que tiene algo que ver con el papa...

Ramsés

Esto es solo un ejemplo. Me puse a investigar un poco y resulta que todos dicen que las mujeres hablan -en promedio- unas tres veces más que los hombres. En las estimaciones más conservadores hablan de unas 5000 palabras diarias de las mujeres contra unas 1500 de los hombres. Sin embargo, yo creo que no es que los hombres hablemos menos, sino que las mujeres no nos dejan hablar, ya que por simple delicadeza, esperamos que ellas hagan silencio para poder decir algo. No intentemos analizar lo que son dos mujeres hablando entre ellas! No puedo dejar de mencionar cuántas veces ha proferido toda clase de insultos hacia el pobre teléfono inalámbrico que siempre se queda sin baterías cuando ella quiere hablar... Uno trata de consolarla (mala idea) diciéndole "es que la batería tiene una duración limitada..." En fin... trescientas setenta y una palabras... creo que ya hablé demasiado...